Descubre como potenciar habilidades y destrezas de tus hijos a través del juego y los juguetes de una manera muy sencilla.
Desde que nació Jorge, siempre hemos estado muy vinculados y preocupados por su enseñanza, desarrollo y crecimiento. Al fin y al cabo, éramos y somos responsables de su formación, no sólo la académica, sino de su formación como persona.
Hemos devorado ávidamente cuanta información teníamos disponible de pediatría, psicología infantil, educación, desarrollo, etc… tanto de autores locales como extranjeros. De esta manera hemos sido capaces de hacernos una idea bastante clara de la evolución de un niño tanto física como psicológicamente. Todo esto, junto con mucho amor, paciencia, comprensión y sentido común, han sido los pilares en que hemos basado nuestra educación.
Los niños necesitan jugar.
Así, desde un primer momento hemos estado encima de su formación y desarrollo, muy atentos a su propia evolución y facilitándole las herramientas y medios que necesitaba en cada momento. Y al igual que los peces necesitan el agua para vivir, los niños necesitan jugar, y es a través del juego como los niños se van desarrollando. Los niños necesitan jugar y si no tienen juguetes ellos mismos se los fabricarán e inventarán, pero si tienen los juguetes adecuados a mano, florecerán sus habilidades y destrezas de una forma impresionante.
Cada niño es único y posee unas determinadas habilidades y talentos innatos. Saber potenciar esas habilidades y aprovecharlas para desarrollar otras no tan innatas es una forma perfecta de proveerles de lo necesario para que tengan un desarrollo equilibrado. Y cuidado, no estoy hablando solamente de habilidades y destrezas académicas, hay muchas otras inteligencias o valores pedagógicos dentro de cada uno de los niños, que hay que potenciar y que son fundamentales para su desarrollo como persona. La autoestima, confianza, sociabilidad, afectividad, etc… son piezas clave que no podemos olvidar.
No convertir el juego en una sesión terapéutica.
Al final miramos la caja de juguetes y nos encontramos con un conjunto de “herramientas” que ayudan al niño en su “trabajo” de aprender, descubrir, potenciar al máximo todas sus cualidades como persona. No estoy hablando de convertir el juego en usa sesión terapéutica (nada más lejos de mi intención), pero con las herramientas apropiadas (léase juguetes y juegos apropiados) el juego sigue siendo igual de divertido o más, y le añadimos el beneficio colateral de potenciar las habilidades, talentos y destrezas de los niños. Estas herramientas son las que llamamos juguetes educativos.
Una capa de superhéroe es un juguete educativo
El nombre de juguete educativo no me gusta demasiado, pues el uso del término se encuentra contaminado, y cuando escuchamos estas palabras nos imaginamos juguetes aburridos y que sólo los niños más “inteligentes” son capaces de “resolver”. Nada más lejos de la realidad, porque ya os hemos contado cómo una capa de superhéroe es un juguete educativo.
Un buen uso del juego y los juguetes a la hora de fortalecer los puntos débiles de nuestros pequeños.
Si el niño tiene dificultades a la hora de hacer amistades en el parque, unos animales burbujeantes le van a ayudar a establecer relaciones con otros niños y niñas. Si a tus hijos no les gusta la asignatura de Science, haz tu propio jabón con ellos y verás como le toman el pulso a la química.
Si estamos un poco atentos a nuestros hijos e hijas, descubriremos lo que con muy poquito esfuerzo somos capaces de hacer con nuestra propia “caja de herramientas”, y la próxima vez que juguemos con ellos disfrutaremos el doble: porque es muy divertido jugar con los niños y porque veremos cómo a través del juego ellos crecen como personas.
Y vosotros, ¿Qué tenéis en vuestra “caja de herramientas”?