¡Ha llegado la fiebre del oro al río Orinoco ! Recientemente han descubierto las ruinas de una antigua cultura en lo más profundo de la selva, muy cerca del río. ¡Haced las maletas, que os váis a buscar tesoros! Pero… ¡cuidado! los tesoros están al otro lado de este gran río, uno de los más largos de toda America… Tendréis que usar los troncos para pasar el río, y usar la inteligencia para conseguir la mayor cantidad de monedas de oro.
El Oro del Orinoco es un juego donde la toma de decisiones es vital para avanzar y conseguir el máximo número de tesoros. Cada turno puede variar en función de los movimientos de los troncos y del resto de jugadores, por lo que la flexibilidad mental es clave. El objetivo es atravesar el río para obtener monedas y conseguir la máxima puntuación al final de la partida.
7 a 99 años
2 a 4 jugadores
15 a 20 minutos
| Valoración: (1-5) | |||
| Cálculo mental | * | Suerte | **** |
| Táctica | ***** | Suspense | ***** |
| Destreza | * | Estrategia | *** |
| Memoria | * | Agilidad visual | ** |
Potencia el razonamiento lógico abstracto y matemático y la coordinación visomotriz
Preparativos:
Montad el gigantesco tablero de 100 x 25 cm en el centro de la mesa. Colocad los 5 troncos dentro del río, en el orden que más os guste, pero siempre tocando uno de los extremos a la roca conocida como «El guardián del oro».
Elegid un color, y colocad el todoterreno delante de vosotros para que todos sepan de quién son los aventureros. Colocad los aventureros en una orila del río (donde queráis), y las monedas de oro boca abajo en la otra orilla. Las casillas que no están cubiertas de arboles y maleza, deben tener las monedas boca arriba, y el resto dejarlas boca abajo. Preparad los dados. El dado marrón moverá los troncos, y el blanco los aventureros.
¿Cómo se juega?
Por turnos, y en el sentido de las agujas del reloj, el jugador que haya sido el último en ver algo de oro tira primero el dado marrón. Elige un tronco, y lo mueve en dirección a la cascada, tantas casillas como puntos hayan salido en el dado. Hay que tener cuidado para que ningún tronco se quede demasiado delante o demasiado detrás como para que los aventureros no puedan pasar. Luego se tira el dado blanco y se mueve cualquiera de los dos aventureros de su color. Los movimientos pueden ser sólo hacia delante, y hacia la cascada de agua. Si hay otro aventurero en una casilla por donde tiene que pasar otro, se pasa por encima y no se cuenta esa casilla donde está el otro aventurero. Cuando un aventurero llegue al otro lado del río, se recoge la moneda, se la queda y vuelve a colocar al aventurero en la orilla inicial del río para seguir jugando.
¿Cuándo se termina el juego?
Cuando los troncos lleguen a tocar la última casilla de la cascada, se hace recuento de las monedas de oro, y se suman los puntos. El jugador que haya conseguido reunir más puntos de oro, ¡ha ganado!
En resumen, aquí tenéis un juego de mesa muy divertido para toda la familia, y que a algunos les hará recordar el conocido arcade de los billares «Frogger».
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