Cuantas veces hemos oído en mitad de la noche los pequeños piececitos descalzos corriendo por el parquet de casa, plat, plat, plat, plat….  Notar como nos arrebatan silenciosamente las sabanas que nos cubrían, sentir una suave depresión en el colchón y acto seguido sus pequeños bracitos rodean nuestro cuello mientras nos susurran al oído: “papi tengo miedo”…

Le devuelves el abrazo y acaricias suavemente su pelo mientras le preguntas:

“¿de que tienes miedo?”

“de lo oscuro”

contesta con los ojos abiertos como platos, como si lo oscuro pudiera materializarse en cualquier momento y arrebatarnos para siempre todo lo que no podemos ver. Y le digo, como el que está a punto de revelar el secreto mejor guardado de todos los tiempos:

“¿Sabes cómo podemos derrotar siempre a “lo oscuro”?

Sus ojos se abren aún más, deseando conocer cuál es aquel truco infalible que le vamos a revelar.

“Con la LUZ”

El miedo a la oscuridad está en nuestro ADN, pero tiene un remedio muy sencillo: La LUZ.

Podemos dejar la luz de pasillo encendida como hacían nuestros padres, o ponerles alguna lamparita de noche, pero a mí personalmente me gustan más los proyectores nocturnos; Me gustan más no sólo porque dan la luz que tranquiliza a nuestros pequeños, sino que al proyectar en el techo o la pared un simpático búho, una ovejita durmiendo plácidamente en un montón de heno, o un gran dragón que velará los sueños de nuestros retoños, creamos un ambiente de dulces sueños. Una suave luz ambiental que decora e induce al descanso.

Cuando después de hacer los dos millones de cosas que hacemos los padres y madres después de que nuestros hijos se hayan dormido, nos vamos a la habitación, me encanta observar a la tenue luz del proyector cómo descansa plácidamente en un ambiente relajado.

Los proyectores más sencillos sólo necesitan un enchufe para proyectar su imagen. También los hay que tienen varios personajes o escenas a proyectar, que nos dan mucho juego a la hora de elegir quién será el elegido para guardar sus sueños. Los hay con imágenes de hadas, del espacio, del ángel de la guarda,  y otras imágenes infantiles como éste o éste otro. Los hay incluso equipados  una suave melodía que se va repitiendo hasta que se apaga sola a la media hora con imágenes de duendes mientras suena la canción ¿Sabes cuántas estrellitas hay?, ositos guardianes con una canción de cuna anónima o simpáticos animalitos, con la famosa canción de cuna de Brahms, pero a mí personalmente la que más me gusta es  la linterna proyectora, y me encanta porque no sólo es un proyector, sino que por el otro lado también es una linterna, y no os tengo que decir cuánto les gusta a los peques ¡una linterna!. Así que aparte de cumplir con su función de quitamiedos nocturno, también se la pueden llevar si quieren ir al baño, derrotando a “lo oscuro” por el pasillo. También les sirve de juguete pues la pueden proyectar donde quieran y montar innumerables aventuras con los diferentes personajes.

Ultimamente el encargado de velar nuestros sueños es el murciélago. Ya pasó, por suerte, el tiempo de la araña, que a él le hacia mucha gracia pero yo soy un poco aracnofóbico.

Aquí puedes ver todos los que tenemos. Y a ti, ¿cuál te gusta más?

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Categorías: Parenting